Dibujo y fotografía de San Josemaría rezando ante la imagen de la Virgen de los Desamparados.
San Josemaría estuvo en varias ocasiones en Valencia y en las dos últimas visitas en 1972 y 1975 se alojó en La Lloma.
«Si esta labor ha salido, es por vosotros, por Dios Nuestro Señor que ama mucho a Valencia, por la protección de la Madre De Dios de los Desamparados, y por el esfuerzo de todos: yo no he hecho más que miraros con cariño. ¡Dios os bendiga a los valencianos!»
San Josemaría.
San Josemaría con el Beato Álvaro y D. Florencio paseando por La Lloma.
Momento de una tertulia en la sala de estar de la Lloma con gente joven en 1972.
Del 13 al 20 de noviembre de 1972 se alojó en La Lloma y a la vez tuvo aquí encuentros y tertulias con miles de personas (jóvenes, familias, sacerdotes) que se reunían para escuchar su catequesis.
En una de esas noches en La Lloma ofrecieron a San Josemaría un pequeño castillo de fuegos artificiales acompasados por la banda de música de Mislata.
En el último viaje de San Josemaría a Valencia (en el que también vivió en La Lloma) del 5 al 8 de enero de 1975, año en el que falleció; los Reyes Magos (como es costumbre en España) le regalaron unos músicos de porcelana que formaban una banda, recordando esa manifestación de cariño de sus hijos valencianos en 1972. San Josemaría quiso que se repartieran como recuerdo entre varios centros de la Obra en Valencia.
Cuando San Josemaría vio la imagen de la Virgen que está en el patio Del Pozo, en la Residencia de la Lloma, comentó que le parecía que estaba un poco baja.
Poco después volvió a pasar por allí y vio que a la imagen le habían puesto una peana de piedra para levantarla.
San Josemaría comentó que le había encantado la prontitud con la que se había tenido en cuenta esa sugerencia.
Muy cerca de La Lloma, visitó el Monasterio de la Sagrada Familia de las monjas Carmelitas Descalzas, situado en el término municipal de Puzol.
También conversó en La Lloma con Mons. José María García Lahiguera, entonces Arzobispo de Valencia, al que había invitado a comer, y a quien le unía una antigua amistad, ya que durante años fue confesor de San Josemaría.
El primer viaje de San Josemaría a Valencia fue en abril 1936 cuando vino a hablar con el arzobispo. Comió el día 9 de octubre de 1936 en una casa de comidas llamada “Hospedería El Comercio” (sita en la calle de la Boatella, 7 y cerrada en 1970)
El rótulo de ese restaurante se conserva ahora en un patio interior entre los comedores de la Residencia y El pabellón.